Este es un país de chiste, con la cantidad de problemas que tenemos, paro, corrupción, pobreza energética, desahucios y mil cosas mas.
Pues llevamos toda la semana hablando solo de penes, vulvas, blasfemias, vírgenes y gilipollas.
No entiendo ni comparto la absurda campaña iniciada por Hazte oír, pues es soez y grosera. Pero tampoco entiendo como el ayuntamiento de Madrid pone el grito en el cielo, cuando su concejala Rita Maestre fue juzgada por entrar en una capilla al grito de " ardereis como en el 36". Mientras en el carnaval de Las Palmas gana una drag queen disfrazada y mofándose de la virgen.
Estoy hasta los cojones que con mi dinero se quiera sufragar e imponer el pensamiento único. Que todo el que quiera religión se la pague de sus bolsillos y ya esta bien de subvenciones y pensamiento único.