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sábado, 18 de marzo de 2017

SACARME DE MIS CASILLAS
Hoy, que precisamente me había bajado a la playa para descansar un poco, vais y me tenéis bombardeado con que dé mi opinión, sobre el tema de la construcción de dos Hoteles, solo dos eh, en lo que era vega desde el Peñón a la Guardia.
Ya he dado mi opinión en multitud de ocasiones, pero se ve que lo he hecho muy mal o que ahora a raíz de un comentario han surgido mil batallitas.
Nadie, absolutamente nadie, puede quitarme el cariño y añoranza que siento... en todo momento por mi pueblo y por supuesto por su vega, pero no confundamos a la gente, la vega que yo y muchos conocimos hace más de cuarenta años. No la vega que teníamos hace cuatro días. Abandonada, arruinada y sin cultivar, solo para hacer fotos.
Dónde estaban esas personas, esos colectivos ecologistas cuando cerraron la última fábrica de azúcar de Europa, yo no vi ni leí a nadie manifestarse por el abandono y desidia de todo el campo. Pero claro la demagogia es muy bonita hacerla desde el salón de casa y con vistas al mar.
Entonces, todos suspiraban y se quejaban que Motril y Almuñécar tenían Hoteles y turismo de calidad, pero aquí seguíamos con nuestras queridas y limpias pensiones y hostales. Sin embargo la tristeza y el paro asolaban a toda Salobreña.
El partido gobernante en el actual ayuntamiento y nuestra alcaldesa, en elecciones democráticas sacó mayoría absoluta y puso en marcha el proyecto tan anhelado de los hoteles, solo dos eh, así que ahora toca quejarse al maestro armero.
Salobreña, lo he dicho, escrito y pronunciado desde el balcón del antiguo ayuntamiento necesita urgentemente desarrollo, infraestructuras, puerto deportivo, hoteles y todo lo que de vida al pueblo, siempre y cuando no sea tirar por la borda lo que tantos años hemos presumido, de ser uno de los pueblos más bonitos de España.
En Salobreña, todos somos como la gata Flora, que cuando se la meten chilla y cuando se la sacan llora, no soy ningún ordinario, digo este jocoso cometario para que de una vez por todas arrimemos el hombro todos e intentemos de una puta vez sacar algo la cabeza.
En cuando a Colin Bertholet, ya empiezo a estar cansado de gente que presume de Rh salobreñero y de que la gente de fuera no tiene sentimiento u opinión sobre lo que ocurre en el pueblo. Precisamente este belga afincado hace casi cincuenta años en Salobreña, quiere y lucha por Salobreña, mucho más que los que siempre solucionan los temas en la Pontanilla.
Vamos a dar un voto de confianza al proyecto, pero sin libertinajes y por supuesto sin convertir Salobreña y su playa en una aberración insostenible. Seamos sensatos aunque solo sea por una vez. Animo paisanos el futuro tiene que ser nuestro de una puta vez!

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