POESIA PARA EL POBRE...
"Poesía para el pobre, poesía necesaria como el pan de cada día, como el aire que exigimos trece veces por minuto, para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica, así escribía Gabriel Celaya esta maravillosas letras que después cantó Paco Ibáñez.
Hoy hace 75 años que murió el gran Miguel Hernández, creo que desde que tengo uso de razón y leí por vez primera de estraperlo, pues me trajo un libro de poemas desde Francia mi amigo Juanito, siempre me ha... gustado, apasionado y estremecido todos y cada uno de los poemas de Miguel Hernández.
Recordar a Miguel Hernández que desapareció en la oscuridad y recordarlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor. Pocos poetas tan generosos y luminosos como el muchachón de Orihuela cuya estatua se levantará algún día entre los azahares de su dormida tierra.
Un país que no cuida a sus poetas, más aun los olvida, es un país condenado al oscurantismo y el abandono. Por muchos años que pasen, seguiré cantando y recitando su poesía...
"En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre".
"Poesía para el pobre, poesía necesaria como el pan de cada día, como el aire que exigimos trece veces por minuto, para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica, así escribía Gabriel Celaya esta maravillosas letras que después cantó Paco Ibáñez.
Hoy hace 75 años que murió el gran Miguel Hernández, creo que desde que tengo uso de razón y leí por vez primera de estraperlo, pues me trajo un libro de poemas desde Francia mi amigo Juanito, siempre me ha... gustado, apasionado y estremecido todos y cada uno de los poemas de Miguel Hernández.
Recordar a Miguel Hernández que desapareció en la oscuridad y recordarlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor. Pocos poetas tan generosos y luminosos como el muchachón de Orihuela cuya estatua se levantará algún día entre los azahares de su dormida tierra.
Un país que no cuida a sus poetas, más aun los olvida, es un país condenado al oscurantismo y el abandono. Por muchos años que pasen, seguiré cantando y recitando su poesía...
"En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre".
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