GASEOSAS ENCARNITA
Ya falta menos para Semana Santa, a mí se me vuelven todo recuerdos y añoranzas de otra época. Si otros días he hablado del rico olor a pan recién hecho y de la visita obligada cada día a las tabernas de entonces. En esta ocasión, quisiera tener un recuerdo con sabor dulzón a las famosas Gaseosas de Encarnita Martín.
Siempre se dijo que Salobreña la única industria que tuvo fue la del azúcar, pero se equivocaron, pues la Fábrica de Encarnita Martín elaborab...a unas gaseosas riquísimas y que degustábamos siempre en el cine Yusuf. Solo tenía tres sabores, limón, naranja y cola, pero su sabor lo llenaba todo.
Por mi amistad con Julio Martín, siempre aprovechaba para que me llevara a ver la fábrica, pues hay que imaginar aquellos años 60 y cómo veía un crio el proceso de embotellamiento.
Aquel callejón marcado en la esquina por la barbería del Maestro José, en frente el Juzgado de Paz, con el eterno Juez Comandante Ramos y al fondo justo al lado de los aperos de Hipólito Martín, se levantaba la Fábrica de Gaseosas.
Vaya pues, en este domingo mi recuerdo para tan dulces refrescos y por supuesto para mi amigo Julio
Ya falta menos para Semana Santa, a mí se me vuelven todo recuerdos y añoranzas de otra época. Si otros días he hablado del rico olor a pan recién hecho y de la visita obligada cada día a las tabernas de entonces. En esta ocasión, quisiera tener un recuerdo con sabor dulzón a las famosas Gaseosas de Encarnita Martín.
Siempre se dijo que Salobreña la única industria que tuvo fue la del azúcar, pero se equivocaron, pues la Fábrica de Encarnita Martín elaborab...a unas gaseosas riquísimas y que degustábamos siempre en el cine Yusuf. Solo tenía tres sabores, limón, naranja y cola, pero su sabor lo llenaba todo.
Por mi amistad con Julio Martín, siempre aprovechaba para que me llevara a ver la fábrica, pues hay que imaginar aquellos años 60 y cómo veía un crio el proceso de embotellamiento.
Aquel callejón marcado en la esquina por la barbería del Maestro José, en frente el Juzgado de Paz, con el eterno Juez Comandante Ramos y al fondo justo al lado de los aperos de Hipólito Martín, se levantaba la Fábrica de Gaseosas.
Vaya pues, en este domingo mi recuerdo para tan dulces refrescos y por supuesto para mi amigo Julio
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