REFLEXIONES DE UN JUBILADO (5)
“Este es mi muro, nadie está obligado a leer lo que escribo”, esta frase la tengo puesta en el frontal de mi muro y en verdad, desde que la puse ha servido para algo, pues han bajado los insultos, amenazas y bloqueos, pero aún hay gente que o bien no la ha leído o se le olvida.
Que no, que ya tengo muchos años, muchas cornadas y muchos cojones para tener que aguantar comentarios de personas con toda la intransigencia del mundo. Son amigos virtua...les tuyos, por decir algo, mientras pones, escribes o dices cosas que a ellos les agrada; pero ay de ti si escribes algo contrario a sus principios, gustos o partido político, entonces, se acabó la tolerancia, que no tuvieron nunca y la amistad virtual, que nunca supe para qué coño sirve, se va a freír espárragos.
Hay que ser muy tonto o buen masoquista para perder el tiempo entrando y leyendo las chorradas que escribo, más aun teniendo en cuenta cual es mi pensamiento social, político y humano, pues creo haber sido siempre transparente y sincero en cada línea que publico.
La vida y la sociedad que me ha tocado vivir es ya lo suficientemente complicada y difícil como para estar continuamente pensando a quien ofendes, a quien no le gusta tus colores, o a quien no le agrada tu equipo de futbol. Que lo he repetido muchas veces, que solo necesito el cariño de mi familia y de aquellos amigos de verdad, que siempre están conmigo aun a sabiendas de las gilipolleces que escribo.
Pero cogérsela con papel de fumar, no y mil veces no. Ahora me alegro de que eliminaran a 1.500 de esos amigos virtuales y ahora ya empiezo a preocuparme pues ya voy nuevamente por 1.300 y aumentando, lo que me indica hay demasiada gente que seguro no somos del puchero de coles, el choto con ajillo y las migas de harina.
Así, que no puedo pedir disculpas, pues no ofendo a nadie ni quiero, pues cuando lo hago se me entiende perfectamente y me acuerdo del título de mi muro. ¡Ya está bien coño!!