Estabamos sentados en el bordillo de la Plaza San Nicolás, cuando alguien dijo ...“la vin compae, ehtá enhoclao” tuve que hacerlo repetir varias veces y necesité al final un traductor porque no entendía nada. Que si “toma una mihilla de esto”, “me gusta golismear”, "no te hagas el longui” o “que mala fondinga tienes”. Pero de pronto me dí cuenta que el perro entedía perfectamente el lenguaje granaino. Qué sabios son algunos animales!
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