DIFICIL PALABRA…AMISTAD
Ya creo haber olvidado las veces que repito una y otra vez el famoso refrán de…”más sabe el diablo por viejo que por diablo”. La edad solo te perfecciona en lo que ya eres: en tu estupidez, en tu bondad, en tu paciencia. Un estúpido al envejecer solo se hace más estúpido y espero no sea ese mi caso, pero empiezo a perder la paciencia de tanto dar explicaciones.
No entiendo el motivo de todos aquellos que dicen llamarse amigos, la mayoría del Facebook y... que a las primeras de cambio que pones, opinas o escribes algo que a ellos no les gusta, pues “au revoir”, como dicen los franchutes.
Tengo ya suficientes años, canas y experiencia para saber qué quiero o lo que no me gusta. He repetido que el no tener adscripción política alguna, ni carnet de ningún partido, me hace libre para poder opinar de todo lo que me rodea. Pero ojo, el ser independiente, no quiere decir indiferente, de ahí que me guste comentar cualquier tropelía o sinvergüencería que vea.
Alguien escribió la gran diferencia que hay entre el interés y el compromiso; cuando estás interesado en algo, lo haces solo cuando las circunstancias te lo permiten, mientras que, cuando está comprometido con algo, no aceptas excusas, solo resultados. Y yo, por suerte o por desgracia ya he llegado a esa etapa de mi vida en la que el compromiso y el interés van por separado.
Siempre manifesté mi total inclinación por soñar con un mundo mejor, igualitario y sin discriminaciones, donde el hombre se sienta plenamente feliz de ser hombre y de estar vivo. Los sueños parecen al principio imposibles, luego improbables y finalmente algunos se cumplen. Peleo, sueño y lucho por dejar a los míos una sociedad y un mundo mejor y más limpio de tanto indeseable.
En mi escala de valores, la amistad ocupa un lugar muy preponderante, pues siempre entendí que la amistad es como el mar, se ve el principio pero nunca se ve el final. Los amigos son la familia que uno escoge, nadie te impone, de ahí que valore tanto la verdadera amistad y nunca, sí nunca voy a perder un amigo por discrepar de temas políticos, sociales, culturales o éticos, pues esa amistad debe perdurar por encima de cualquier discrepancia.
Ahora bien, no me toquéis mucho los cojinetes, vaya finura que me ha salido, pues yo ya no estoy para populismo, nacionalismo, cainismo y todo lo terminado en ismo, inclusive el gilipollismo. No me gustan los himnos, las banderas ni los colores de terminados equipos, pues mi equipo siempre es el perdedor, pues nunca participa en competición alguna.
Así, que un fuerte abrazo y muchos besos para todos aquellos que sí que tienen la tolerancia, el respeto y la diversidad de opiniones por norma de vida y convivencia. Aquí siempre encontrareis a un amigo.
Ya creo haber olvidado las veces que repito una y otra vez el famoso refrán de…”más sabe el diablo por viejo que por diablo”. La edad solo te perfecciona en lo que ya eres: en tu estupidez, en tu bondad, en tu paciencia. Un estúpido al envejecer solo se hace más estúpido y espero no sea ese mi caso, pero empiezo a perder la paciencia de tanto dar explicaciones.
No entiendo el motivo de todos aquellos que dicen llamarse amigos, la mayoría del Facebook y... que a las primeras de cambio que pones, opinas o escribes algo que a ellos no les gusta, pues “au revoir”, como dicen los franchutes.
Tengo ya suficientes años, canas y experiencia para saber qué quiero o lo que no me gusta. He repetido que el no tener adscripción política alguna, ni carnet de ningún partido, me hace libre para poder opinar de todo lo que me rodea. Pero ojo, el ser independiente, no quiere decir indiferente, de ahí que me guste comentar cualquier tropelía o sinvergüencería que vea.
Alguien escribió la gran diferencia que hay entre el interés y el compromiso; cuando estás interesado en algo, lo haces solo cuando las circunstancias te lo permiten, mientras que, cuando está comprometido con algo, no aceptas excusas, solo resultados. Y yo, por suerte o por desgracia ya he llegado a esa etapa de mi vida en la que el compromiso y el interés van por separado.
Siempre manifesté mi total inclinación por soñar con un mundo mejor, igualitario y sin discriminaciones, donde el hombre se sienta plenamente feliz de ser hombre y de estar vivo. Los sueños parecen al principio imposibles, luego improbables y finalmente algunos se cumplen. Peleo, sueño y lucho por dejar a los míos una sociedad y un mundo mejor y más limpio de tanto indeseable.
En mi escala de valores, la amistad ocupa un lugar muy preponderante, pues siempre entendí que la amistad es como el mar, se ve el principio pero nunca se ve el final. Los amigos son la familia que uno escoge, nadie te impone, de ahí que valore tanto la verdadera amistad y nunca, sí nunca voy a perder un amigo por discrepar de temas políticos, sociales, culturales o éticos, pues esa amistad debe perdurar por encima de cualquier discrepancia.
Ahora bien, no me toquéis mucho los cojinetes, vaya finura que me ha salido, pues yo ya no estoy para populismo, nacionalismo, cainismo y todo lo terminado en ismo, inclusive el gilipollismo. No me gustan los himnos, las banderas ni los colores de terminados equipos, pues mi equipo siempre es el perdedor, pues nunca participa en competición alguna.
Así, que un fuerte abrazo y muchos besos para todos aquellos que sí que tienen la tolerancia, el respeto y la diversidad de opiniones por norma de vida y convivencia. Aquí siempre encontrareis a un amigo.
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