De vez en cuando la vida te besa en la boca y te hace el ser más feliz de la tierra, a mí me pasó hace ya dos años, cuando mi nieto LEO vino al mundo una madrugada de agua y alegría. LEO ya ha cumplido dos años y sigue igual de lindo y precioso como su hermano Ramón y sus primos Marcos y Hugo, mis nietos. El abuelo Antonio Luis, en aquella madrugada estaba como loco, se decía, se comentaba, se rumoreaba que andaba por los pasillos del Hospital Materno-Infantil de Málaga canturreando..."de vez en cuando la vida afina con el pincel: se nos eriza la piel y faltan palabras para nombrar lo que ofrece a los que saben usarla". Dios mío que felicidad!!
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